Desde hace un par de semanas me apetece mucho sentarme delante de una chimenea a contemplar el fuego y leer.
Se lo he dicho a mis amigas varias veces y ellas se sonríen y me miran como si estuviese un poco loca, y probablemente sea ese el caso, pero hemos tenido un par de días de frío intenso en noviembre, algo de lluvia y a mí me nace ese anhelo por dedicarme a la vida contemplativa y lectora frente al fuego.
No tenemos chimenea, pero puedes ponerte la de netflix me sugirió una de ellas.
Efectivamente.